Brincando por Gran Canaria nació en el año 2011 con la intención de instaurarse en la Isla como punto de encuentro y referencia para promover y divulgar el Salto del Pastor Canario por todos sus municipios. Así, la Jurria Jaira, en colaboración con el resto de las Jurrias que deseen participar cada año, realizará un trabajo de investigación y recopilación de la toponimia de los pasos y cañadas, así como de los usos y costumbres de los pastores de la zona.
Este año, y con la colaboración de la Jurria Tasarte y del Colectivo El Mocán, el Encuentro se traslada al pueblo de Mogán. El municipio de Mogán se encuentra ubicado en el centro de una comarca montañosa que se extiende desde el centro de la isla de Gran Canaria hacia la costa sur y oeste de la misma, abarcando un territorio de unos 164 kilómetros cuadrados aproximadamente.
Geológicamente, esta comarca constituye una enorme rampa montañosa muy antigua, seccionada por inmensos barrancos cruzados por múltiples afluentes que dejan al descubierto variadas formas de un relieve erosivo: degolladas, lomos, cuchillos y morros.
Paso Lariones - Andén El Guirre - Mogán - Gran Canaria (2012).
La ocupación aborigen de esta demarcación se ubica en las laderas de sus barrancos y en espacios costeros, en varios núcleos de población diseminados cuya toponimia de origen canario-beréber aún se conserva sin cambios. Son múltiples los yacimientos que hoy nos hablan de su presencia, así, sobre el pueblo de Mogán, en la cima de Tauro, lo que hasta ahora los pastores de Majada Alta denominaban `la Iglesia de los canarios´ se encuentra el Almogaren de Tauro. Y de igual forma, a lo largo de todo el municipio, se pueden encontrar antiguas construcciones, viviendas, enterramientos, cazoletas y pasos que, hasta no hace muchos años, fueron reutilizadas por los pastores de la zona para desempeñar su labor.
La ganadería extensiva permitía a los propietarios o rentistas mantener un ganado en estado salvaje por las montañas de Veneguera, Mogán y Tauro, sin necesidad de asalariados. Se trataba de un ganado menor, principalmente de cabras. Después del motín de 1777, los ganaderos denunciaron a los labradores ante la Real Audiencia de Las Palmas, manteniendo así una situación conflictiva latente a lo largo de la década de 1780, período este en que los labradores de Mogán, colonos asentados definitivamente en sus valles, comenzaban a identificarse como pueblo, considerados antes como vecinos de Tejeda del pago de Mogán, frente a los grandes propietarios de cortijos y marcas de ganado salvaje, residentes en la capitalidad de la jurisdicción de Tejeda.
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